EL COMBATE DE IQUIQUE
UN MANUSCRITO DE ORELLA

EXEGESIS Y REFLEXIONES

Hernán Ferrer Fougá
Capitán de Navío

(Revista de Marina)

La Historia, émula del tiempo, depósito de las acciones,
testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente,
advertencia de lo por venir. (Cervantes)

Un testimonio exhumado.

Hace algún tiempo, mientras investigaba otros asuntos históricos de
Estado, correspondientes al siglo pasado en el Archivo Nacional, tuve
la satisfacción y sorpresa de encontrar cinco planos dibujados y
narrados de puño y letra por el Teniente don Manuel Joaquín Orella
Echánez, segundo comandante de la goleta de guerra Covadonga
referidos a la primera fase del Combate del 21 de mayo de 1879, a
partir del avistamiento de la División de Blindados de la Marina del
Perú, su reconocimiento y luego el despliegue de ambas fuerzas
navales para iniciar la acción táctica y finalizar su relato cuando
su buque se separa de la Esmeralda perseguido por la fragata
Independencia, con rumbo hacia Punta Gruesa, bordeando a 50 metros
de distancia la isla de Iquique.

 El período cronológico que comprende la citada narración abarca
desde las 0615 hasta las 0930 horas, del citado día.

Reproducción de su relato al tenor de las leyendas al pie de las
figuras.

De acuerdo a lo atestiguado por el mencionado héroe, a
continuación se reproduce su narrativa original, dada su difícil
lectura directa :

Figura 1

 A las 6,15 empezaba a aclarar i encontrándome de guardia en la
Covadonga avisté dos humos al norte. Mar mui llana, norte mui
oscuro, el sur, aunque nublado, se veía claro i divisándose el
horizonte; mientras el norte estaba completamente cerrado. Claridad
en la cima de los cerros por el amanecer.

Apenas se divisan los buques peruanos, el Huáscar menos visible
que el otro i mucho menos humo. El Covadonga puso señales (4
banderas en el palo mesana, 2 en el mayor), disparó un cañonazo de
alerta. El Covadonga tiene en cruz solamente el trinquete, los picos
arriba, los masteleros calados pero deja ver un pedazo de espiga.
Las cofas enfundadas i en ellas parapetos para hacer fuego. La
Esmeralda con aparejo máximo los masteleros de juanete i sobre.
Huáscar palos reales i sin bauprés. La columna de humo medio
blanquizca en medio de un fondo oscurísimo.

Figura 2

 Son las 7 horas 15 minutos, la Esmeralda salió al encuentro del
enemigo con el objeto de reconocerlo.

Queriendo ganarse afuera i que nuestros buques queden de la
parte de tierra hasta colocarse en tal posición que nosotros
quedáramos al norte de ellos (de la ciudad) i librar a la población
de nuestras balas. Prat en el momento en que se encuentran los
buques nos dijo al habla : "tomaremos colocación para que los fuegos
del enemigo caigan a la población, reforzar las cargas i seguir mis
aguas (buque jefe con mi gallardete colorado), cumpliremos con
nuestro deber" Tres hurras, tres vivas a Chile se dijeron en los dos
buques; una bala del Huáscar cayó medio a medio de los dos buques sin
dañarnos.

La Esmeralda gobernó por nuestra proa dejándola nosotros pasar.
Luego paró i después de los ¡Vivas! cortamos por su proa.
Aspecto : Sol entre nubes medio claras, un poco elevadas sobre los
cerros. Norte oscuro, pero se ve el horizonte Sur claro. Los cerros
en general oscuros, medio calinosos, se ven los detalles de
los buques enemigos. La línea de puntos es el camino que tomamos
en seguida para colocarnos resueltos a morir en el combate.

Figura 3

Este cuadro debe llamarse de dos modos: uno es el ataque de
espolón imponente i aterrador. En el uno los buques enemigos con sus
proas a nosotros i el otro es la despedida (¡adiós para siempre!) de
la Esmeralda i Covadonga antes de tomar sus posiciones de combate.
También puede considerarse como el primer tiro del cobarde combate.

Figura 4

Día mui claro y dibujado. Las 9 de la mañana. Una i media hora
en esa posición. Sigue el cuadro 5 que es la pasada de la
Independencia por la proa del Huáscar e intenta darnos el primer
golpe de espolón.

Figura 5

Fuego desesperado por nuestra parte. La Esmeralda atacada
cobardemente por tierra i mar.

Figura 6

La Independencia se retira i toma la distancia de 200 metros
y se......... La Covadonga sigue al sur haciendo fuego i se ve
repentinamente asaltada por 40 botes que intentan llegar al costado.
Son rechazados a distancia de 300 metros, sigue al sur con un andar
de 3 millas, contestando los fuegos. Los 3 cañones de a 9 rechazan
los botes, fusilería en las cofas. Cuando hicimos proa al sur
después de la rendición de la Independencia eran las 12.50 i teniamos
al Huáscar a la vista el que debe haber estado en el punto donde se
hallaba la Independencia a las 2....

Interpretación de los Croquis.

Paralelamente a la reproducción anterior, también es del caso
explicar las figuras antes dichas no sólo sobre la base de sus
registros a pie de página, sino asimismo de acuerdo a las anotaciones
que insertó el Teniente Orella al lado de los dibujos de cada uno de
los buques.

Por la razón indicada y así ilustrar en forma mas completa su
testimonio con apuntes más legibles, se reproducen a continuación las
figuras anteriores transformadas en croquis conteniendo las señaladas
anotaciones y en la misma secuencia, además de agregarse ahora como
leyenda a pie de ellos una exégesis personal que explica cada
situación en comento.

La subdivisión chilena cubría el bloqueo con ambos barcos
orientados con proa hacia el norte por representar el mencionado
punto cardinal el acimut (eje) más probable de aproximación de la
fuerza adversaria. A su vez para obtener un mayor recubrimiento de
detección y cubrir el flanco exterior y así evitar ser sorprendidos
en horas de oscuridad la agrupación se separaba luego de la puesta
de sol casi una milla náutica (1500 metros). Por la razón indicada
se encontraba entonces estacionada en dicha ocasión la Covadonga
fuera del puerto, fondeada con un anclote al nornoroeste de la isla
de Iquique.

En el hecho se estaba aplicando un acertado procedimiento
táctico para enfrentar una situación como la señalada, resolución que
luego se comprobaría como un curso de acción correctamente adoptado,
toda vez que vino en hacer posible que la División peruana fuese
descubierta a 8 millas náuticas, a pesar de la reducida visibilidad
existente al comienzo del amanecer, lo que permitió poder contar con
el tiempo suficiente para cumplir con las fases de apresto y
despliegue para el combate.

También es posible comprobar como inexacta la descripción que
indica la casi totalidad de las crónicas y relatos, en cuanto al
sistema o vía de telecomunicación que fue empleado para transmitir
desde la Covadonga a la Esmeralda el informe sobre el avistamiento
de la División peruana.

Para los efectos de su comparación, es del caso citar en primera
instancia lo que dicen al respecto los libros de historia nacionales,
recurriéndose en este caso a uno de los mas destacados, toda vez que
los restantes lo reproducen, a saber:

"En la mañana, al despejar la neblina, el vigía de la Covadonga gritó
¡Humos al norte! etc., varios marineros que habían servido en
ellos reconocieron a la Independencia y al Huáscar. Condell se
acercó a la Esmeralda, para informar a Prat que era el jefe".1

 Al respecto es conveniente hacer ver que esta descripción es
repetida en todas las Escuelas de Chile para conmemorar tan fausto
episodio, año a año. Sin embargo los hechos ocurrieron como el
Teniente Orella los narró, quien, como se sabe, expuso que:2 "apenas
se divisaron los buques peruanos la Covadonga izó una señal compuesta
por 4 banderas en el palo mesana y dos en el palo mayor, acompañada
de un cañonazo de alerta" (fin de la cita), dado que se requería de
su más pronta inteligencia, por tratarse de un informe de contacto
con el enemigo en tiempo de guerra.

 Otros historiadores dan a entender en sus versiones que la
Esmeralda fue informada por intermedio del aviso del vigía de la
Covadonga, al comunicar en voz alta "Humos al norte", desde la cofa
de su buque, anuncio que estaba destinado a ser escuchado sólo por
la guardia de su cubierta, en consideración a que, la distancia entre
ambos, (1500 metros), impedía que dicha advertencia fuese oída. Sin
embargo, esta segunda versión también errónea se repite ante cada
celebración de la gesta a lo largo del país.

Por lo tanto, sería del caso corregir estas inexactitudes y
reemplazarlas por la versión auténtica, la del Teniente Orella, por
haber sido un testigo más que acreditado como para confirmar la
realidad de los sucesos, desde su comienzo.

Mas allá del punto antes dicho, cobra mayor relevancia en este
caso hacer notar, dentro de nuestro medio, una noción que hasta la
fecha ha pasado inadvertida, me refiero al hecho de que, la Armada
de Chile cuenta, entonces, al igual que otras Armadas de la más alta
tradición universal, de una "gloriosa y legendaria señal de
banderas", toda vez que, su transmisión a las 0620 horas de ese día
memorable, marcó el inicio de las heroicas acciones que luego darían
lugar a la mayor epopeya naval de la guerra, "El Combate Naval del
21 de Mayo de 1879".

No obstante, hasta ahora nadie se ha detenido a analizar su real
proyección en el plano de las tradiciones, en circunstancias que se